Juegos y películas: lo malo

Acaba de salir Jurassic World Evolution y ha sido toda una revolución en esto de Youtube: multitud de los canales con más suscriptores están sacando vídeos sobre la experiencia de crear un parque de dinosaurios con la catástrofe a la vuelta de la esquina. Jurassic World Evolution ha recibido muchas críticas, posiblemente justificadas, por el precio del juego (para el tipo de juego que es) pero de lo que no hay duda es que es un juego que, al menos, interesa.

En la historia de los videojuegos, el cine ha tenido una gran influencia. Ya con el juego de E.T. El Extraterrestre, del que hablamos previamente en el blog, pasando por todos los juegos de Disney o la saga Star Wars, no hay año en el que no tengamos un título basado en alguna película recién estrenada, o de alguna saga de éxito, de estas que son imperecederas. Algunas veces con éxito, puesto que algunos de los mejores juegos de la historia están basados en videojuegos, y algunas otras fracasando con estrépito y sacando un producto claramente inferior a lo que debería ser un juego con el presupuesto de un estudio de cine detrás.

En principio, una de las ventajas de adaptar una película o basarte en ella es que gran parte de la narrativa ya la tenemos construida y sabemos que funciona: si la gente ha ido a ver la película es que la historia, al menos, tiene algo de interesante. Pero como ya sabemos, eso no es garantía de éxito, puesto que el cine y los videojuegos son entornos diferentes. En los videojuegos tienes que añadir el componente de interactividad que el cine no tiene y que puede hacer que nos carguemos la premisa que tenemos en mente.

Vamos a hacer un repaso de lo que, para nosotros, son las peores y mejores muestras de videojuegos basados en películas. Y empezamos por lo malo, que siempre es mejor porque te lo quitas de encima - dejando fuera del ranking a ET, como un premio especial, como un homenaje, y por que ya hemos hablado de ello antes. Prepárate y ponte música triste para ambientar la catástrofe que vas a presenciar.

Street Fighter: The Movie (1995, PlayStation y SEGA Saturn)



Una especie de inception chunga en un videojuego. Si ya normalmente pasar de un videojuego a una película suele llevarse muchas cosas por el camino (incluyendo nuestra salud mental), alguien en Capcom pensó que si se había convertido un videojuego en película, ¿qué podía salir mal si adaptábamos la película ya adaptada de nuevo a videojuego? El fabuloso videojuego-película-videojuego. Lost in translation. En fin.

El juego toma imágenes digitalizadas reales de los actores, en una especie de refrito de Mortal Kombat, con Kylie Minogue y Jean Claude Van Damme en forma de bits, dándolo todo y con muy buen aspecto... Hasta que te movías. En ese momento se caía todo y, directamente, hacía mal absolutamente todo lo que el Street Fighter original hacía bien.

El Mago de Oz (1993, SNES)



Más de 50 años después del estreno del clásico protagonizado por Judy Garland, alguien pensó que adaptar a un videojuego una película que no tenía absolutamente nada que ver con lo que podía ser un videojuego podía ser un éxito comercial sin precedentes. Sorprendentemente, no fue así, y la adaptación a Super Nintendo perpetrada por Manley & Associates (que posteriormente fue adquirida por EA) fue una terrible experiencia.

El juego es una especie de ¿metroidvania? en el que manejas inicialmente a Dorothy para luego ir desbloqueando el resto de los personajes de la película hasta un enfrentamiento con la Bruja del Oeste. Hasta ahí lo esperado y esperable, si no fuera por las terribles decisiones que convierten el juego en un viaje de LSD que acabó saliendo mal, con sillones kamikazes, limones que lanzan ácido y unas terribles decisiones de gameplay como hacer que el hombre de hojalata no pueda saltar.

Star Wars: Masters of Teräs Käsi (1997, PlayStation)



Entre los juegos de Star Wars hay muchísimo para escoger. Tenemos juegos con los gungan (que se perdona por ser un juego para niños), adaptaciones lamentables del Age of Empires, juegos de estrategia fallidos como el Force Commander, y luego grandes joyas de los videojuegos como los Jedi Knight, los Rogue/X-Wing o el Republic Commando. Pero si un juego destaca sobre lo lamentable es este juego, en el que se nos conmina a luchar 1 contra 1 contra los más famosos personajes de Star Wars, usando el sable láser de Luke como si fuera la porra de un antidisturbios.

Un ejemplo más de que ponerle el nombre de Star Wars no hace que un juego sea bueno. Lento, con combos poco interesantes, movimientos extraños, un buen roster de personajes (llegando incluso a poder usar un Tusken e incluyendo a personajes del Universo Expandido) y un aspecto gráfico cuidado. Y que desde ahora es canon al aparecer nombrado en la película de Han Solo. Ok.

Jurassic Park: Trespasser (1998, PC)



Un juego que debería estar... extinguido. Lo que se veía como la secuela videojueguil de El Mundo Perdido y que, para la época, tenía grandes esperanzas depositadas en ella, se convirtió en un sonoro fracaso, en otro más de esos casos en los que hay que llegar a una fecha concreta, se corre y se hacen las cosas mal. Parece que Steven Spielberg tiene ciera relación con este tipo de hechos, visto lo de ET.

Un juego de disparos en primera persona, resolución de puzzles y... simulador de coger cosas. Bueno, dos cosas. El personaje, Anne, en un entorno sin HUD (algo adelantado a su época, realmente), era capaz de coger dos objetos a la vez (oh!) y llevarlos por ahí de una forma algo extraña, consiguiendo que dichos objetos se cayeran normalmente al chocar con un árbol o una pared, haciéndolo realmente incómodo. Al no haber HUD, la información sobre el estado de la munición llegaba de la propia Anne (con mensajes de voz: "me quedan unas ocho balas") y la vida la sabías por un ¿tatuaje en el pecho? al que podías mirar para saber como ibas. Algo bizarro, la verdad. Todo esto, más la elevada curva de dificultad (algunos dinosaurios eran realmente invencibles), en un juego que sirvió de inspiración a Octodad o Surgeon Simulator por la forma de controlar los brazos de la protagonista.

El Mañana nunca muere (1999, PlayStation)



A menudo ocurre que el resultado de un producto depende de la expectación que reciba. Y cuando el juego anterior de James Bond es un clásico como Goldeneye 007, de RareWare para Nintendo 64, aceptar desarrollar una, entre comillas, secuela, es un acto como mínimo valiente. Pero el cementerio está lleno de valientes, y el cementerio de los videojuegos aún más. Y ahí tenemos la tumba de El Mañana nunca muere, de Black Ops Entertainment.

Premisa sencilla, la historia de la película adaptada al juego con un control en tercera persona. Extraña decisión viniendo de Goldeneye que era un first person, pero ok, eso no debería ser malo, aunque por lo general, no toques lo que funciona. Si a eso le añadimos la ausencia de multiplayer, que fue lo que convirtió a Goldeneye en el fenómeno que fue, un juego realmente corto, unos controles extraños y un gameplay como mínimo mediocre, pues tenemos esto. Y lo peor es que la saga Bond no ha llegado nunca a alcanzar el nivel que tuvo con la bestia de Nintendo 64.

Aliens Colonial Marines (2013, PC, PlayStation 3, XBox 360)



Un mensaje desde la Sulaco enviado minutos antes del final de Aliens: El regreso, donde Hicks reporta el gran número de bajas en el planeta y pide ayuda. La nave hermana de la Sulaco, la Sephora, llega a LV-426 para rescatar a los supervivientes. Tarde, quizá, pero bueno.

La premisa está bien, pero el resultado es altamente pobre. A unos gráficos lamentables (rebajados desde lo que se había anunciado) para su época se añade una de las IAs más flojas que he visto jamás en un videojuego con dinero detrás y que no resistía ninguna comparación con su "precuela" cinematográfica. Hay que decir que el juego padeció un largo y tumultuoso desarrollo, dando tumbos de un lado a otro y sin un plan serio que pudiera llevar al éxito. Fue como que se quería aprovechar la adquisición de los derechos cuanto antes, y como siempre, las prisas hacen daño. Y de hecho, su historia llegó hasta el límite por el que dos jugadores denunciaron a las desarrolladoras por publicidad engañosa, y SEGA acabó aceptando soltar una indemnización millonaria por ello.

Al año siguiente salió Alien: Isolation, que arregló un poco el desaguisado, pero no lo suficiente, puesto que tampoco era un gran juego. Desde entonces, la saga Aliens no ha visto un "main-game" publicado, y de momento no se espera nada.

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