El juego que batió récords de ventas inesperados para Nintendo.
20 de Marzo de 2020. Los cuarteles de Nintendo han definido este día como el del lanzamiento de la nueva entrega de su saga Animal Crossing. Esta vez Tom Nook nos dejará al mando de una isla desierta para modelar a nuestro antojo bajo el título de “New Horizons”.
Animal Crossing siempre fue una franquicia de éxito pero con cierto público “nicho”. No es un juego generalista al que vaya a jugar todo el mundo, sino que es un juego del que disfrutar tranquilamente, sin prisas, simplemente viendo la vida pasar. Una hora pescando, buscando un atún que se nos escapa. Un ratito al día siguiente recogiendo la fruta cultivada. Un intercambio de nabos con un vecino que los tiene a un precio más alto.
En Nintendo estaban preparados para el lanzamiento, y tenían listo un calendario de actualizaciones como habitualmente: eventos para el verano, eventos de pesca, introducción de la natación...
13 de Marzo de 2020. Para sorpresa de la mayoría de la población, Occidente se mete de lleno en un confinamiento brutal debido a un virus procedente de Asia. De la noche a la mañana, los negocios cierran, los viajes se cancelan, las reuniones se aplazan y la gente se tiene que quedar en casa.
Y aquellos que poseen una Nintendo Switch se ven con mucho tiempo por delante y con un lanzamiento nuevo en el que no habían pensado caer. Y caen. Y al cabo de una semana llevan 200 horas de juego, un imperio de intercambio de nabos y se encuentran discutiendo con sus amigos cuál es la combinación correcta para obtener rosas azules.
En unos días en los que casi no podías ver a los tuyos si no era por zoom, en los que tenías que hacer cola para comprar papel higiénico o en el que las mascarillas eran un bien más buscado que el secreto de la eterna juventud, Animal Crossing nos ofrecía una vida tranquila, sin preocupaciones, en la que podíamos simplemente conversar con nuestro vecino el ciervo y nuestra vecina la canguro. Desde casa, podíamos volver a disfrutar de la playa, a sorprendernos con encontrar una concha que llevábamos mucho buscando... y a pagar nuestra hipoteca.
Y así, Animal Crossing se convirtió en el juego de la pandemia. El juego que nos sacó de nuestro confinamiento. El juego que nos permitió ver nuevos horizontes cuando lo único que podíamos ver era lo que se veía desde nuestro balcón.
Aunque no todo iba a ser de color de rosa para Nintendo: todo el calendario de lanzamientos se derrumbó porque en pocas semanas la gente había devorado el equivalente a 5 meses de juego.
Un juego que tenía que jugarse poco a poco fue consumido hasta la saciedad por hordas de jugadores ávidos de ver la luz del sol. Así que tuvieron que esforzarse el doble para conseguir sacar actualizaciones y eventos con mayor rapidez de la esperada, ante el riesgo de que la gente se aburriera del mismo contenido una y otra vez.
Pero como decimos por aquí: que les quiten lo bailao.
Si tu lo que prefieres es crear tus propios juegos, pandémicos o no, entra en este enlace y descubre el abanico de cursos y másters online de videojuegos de IDesigner, tanto para crear juegos en Unreal como en Unity.
Animal Crossing siempre fue una franquicia de éxito pero con cierto público “nicho”. No es un juego generalista al que vaya a jugar todo el mundo, sino que es un juego del que disfrutar tranquilamente, sin prisas, simplemente viendo la vida pasar. Una hora pescando, buscando un atún que se nos escapa. Un ratito al día siguiente recogiendo la fruta cultivada. Un intercambio de nabos con un vecino que los tiene a un precio más alto.
En Nintendo estaban preparados para el lanzamiento, y tenían listo un calendario de actualizaciones como habitualmente: eventos para el verano, eventos de pesca, introducción de la natación...
13 de Marzo de 2020. Para sorpresa de la mayoría de la población, Occidente se mete de lleno en un confinamiento brutal debido a un virus procedente de Asia. De la noche a la mañana, los negocios cierran, los viajes se cancelan, las reuniones se aplazan y la gente se tiene que quedar en casa.
Y aquellos que poseen una Nintendo Switch se ven con mucho tiempo por delante y con un lanzamiento nuevo en el que no habían pensado caer. Y caen. Y al cabo de una semana llevan 200 horas de juego, un imperio de intercambio de nabos y se encuentran discutiendo con sus amigos cuál es la combinación correcta para obtener rosas azules.
En unos días en los que casi no podías ver a los tuyos si no era por zoom, en los que tenías que hacer cola para comprar papel higiénico o en el que las mascarillas eran un bien más buscado que el secreto de la eterna juventud, Animal Crossing nos ofrecía una vida tranquila, sin preocupaciones, en la que podíamos simplemente conversar con nuestro vecino el ciervo y nuestra vecina la canguro. Desde casa, podíamos volver a disfrutar de la playa, a sorprendernos con encontrar una concha que llevábamos mucho buscando... y a pagar nuestra hipoteca.
Aunque no todo iba a ser de color de rosa para Nintendo: todo el calendario de lanzamientos se derrumbó porque en pocas semanas la gente había devorado el equivalente a 5 meses de juego.
Un juego que tenía que jugarse poco a poco fue consumido hasta la saciedad por hordas de jugadores ávidos de ver la luz del sol. Así que tuvieron que esforzarse el doble para conseguir sacar actualizaciones y eventos con mayor rapidez de la esperada, ante el riesgo de que la gente se aburriera del mismo contenido una y otra vez.
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