La Abadía del Crimen: un juego del culto.

La Abadía del Crimen es obra de solamente dos personas: Paco Menéndez, en la programación, y Juan Delcán, en el diseño y arte. 

En pleno 2021, la industria del software español ha crecido un rato gracias, sobre todo, a la moda de los juegos indie.

Hemos hablado anteriormente de ello: Rime, Blasphemous, Gris, Maldita Castilla o Unepic son algunos de los ejemplos de juegos de éxito recientes con sello español. Pero sin duda, cuando uno piensa en juegos españoles, tiene en mente un triunvirato de éxito: Commandos, PCFútbol

y La Abadía del Crimen.



Desarrollado en 1987, La Abadía del Crimen es obra de solamente dos personas: Paco Menéndez, a la programación, y Juan Delcán, al diseño y arte.

Paco y Juan se conocían desde que eran pequeños. La típica historia en la que ambos se dedican a desmontar radios y televisiones para ver qué hay dentro desde que tienen 8 años, pero esta vez de verdad y sin tener que meter a Hollywood de por medio. La historia de los Jobs y Wozniak patrios, en un cuarto con poca luz desarrollando una obra maestra en un año.

Paco tenía ya relación con la informática pues sus padres tenían una tienda de ordenadores, la famosa por la época Mister Chip. De ahí se agenció un Amstrad con el que empezó a desarrollar lo que debía de ser la despedida (sí, la despedida) a lo grande del mundo del desarrollo de videojuegos durante la edad de Oro del software español, los años 80. Además, Paco estaba fascinado por la obra de Umberto Eco, después adaptada al cine, El nombre de la rosa, y pensó en plasmar esa atmosfera en un videojuego, poniéndonos en la piel de Guillermo de Occam.

Y pensó en Juan, que por aquel entonces era arquitecto, para ayudarle a construir esa abadía. Y vaya si lo consiguió: creó una abadía gigantesca, en la que Paco tuvo libertad para añadir los movimientos autónomos de todos los monjes de la orden que se alojaba allí. Todo un logro para un tiempo en el que la IA de un videojuego se basaba en moverse en línea recta de un sitio a otro.



La Abadía del Crimen es un juego difícil a cosa hecha, pues tanto Juan como Paco buscaban que el jugador tuviera esa agradable sensación de ir abriendo poco a poco las rendijas de un misterio que nos seduce desde el minuto 1. Una obra maestra de la ingeniería patria que no se ha vuelto a repetir, todavía, en estos años de pandemia.

¿Conocías La Abadía del Crimen? Puedes jugar un remake en 32 bits de forma completamente gratuita aquí.

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